Ni tú, ni yo

Casi no se dice esta frase, sin embargo se aplica mucho, casi a diario, casi en todo, suena a una frase de mediar, pero en realidad es más una solapada manera de ocultar nuestro ego, nuestra avaricia, nuestro des contento, nuestro demerito; recuerdo cuando estaba en mis segunda década, comencé desde muy joven a comprar y vender automóviles, al comprarlos en la calle con particulares, la opción de negociar se hacía flexible, me pedían una cantidad y yo ofrecía mucho menos, aunque supiera que el automóvil valía más, yo ofrecía mucho menos, hasta llegar al punto de ofrecer un poco más, de mi primer #oferta, es aceptable en el mundo del comercio informal, creo que lo aprendí de niño con mis padres, de niño no comía vegetales y yo aprendí a negociar cuantas cucharadas le iba a dar a la sopa de vegetales; inocente de #niño, astuto en los negocios informales, pero cuando llego la edad adulta y comencé a tener problemas interpersonales con mi ex esposa, utilice la misma manera de negociar el documento del #divorcio, mientras yo creía que estaba siendo astuto en negociar una baja pensión alimenticia, y ella negociaba la casa, yo negociaba el tiempo para compartir con mi hijo, ella por conservar el cien por ciento de la custodia y yo por firmar desesperado, en el proceso solo veía la manera astuta de negociar, pero me enfoque en el medio y en la negociación, no nos fijamos en el fin; muchos hemos escuchado la frase, el fin justifica los medios, el asunto en cuestión era que ya no queríamos estar juntos, yo por estúpido le fui infiel y ella con toda la razón del caso no quería saber más de mí, pero en medio de esa etapa de pleitos, gritos, reclamos, y la agonía de querer terminar con lo que no estaba funcionando los dos nos olvidamos de lo más importante; nuestro hijo.

Un divorcio no traería una mejor vida para él, un hogar desintegrado tampoco, día del Padre solo con papá y día de la Madre solo con mamá, vacaciones de verano con mamá y vacaciones de primavera con #http://danydardonw.com/papá, Navidad con mamá y Año Nuevo con papá, y todos sus cumpleaños, fiesta con la familia de mamá y otra fiesta con la familia de papá; tras una evacuación masiva, debido a un huracán en el sur de Florida, Estados Unidos de América; un virus entro en sus pulmones y lo llevo al intensivo, allí en ese momento, me olvide de mi estúpida infidelidad, allí en ese momento nos olvidamos de los acuerdos del divorcio, allí en eso momento no importaba quien se quedo con la casa o la custodia, lo único que importaba es que nuestro hijo estuviera sano. En el transcurso de una semana seis infantes perdieron la vida a causa de ese virus y nuestro hijo seguía en cuidados intensivos, no era su culpa, no era mi culpa, tampoco la de su #mamá, solo fue un virus letal que ataco su cuerpo, tras muchas oraciones una madrugada después de dos semanas en el hospital, el quedo sano inmediatamente, un milagro que solo mi Dios puede hacer, siempre estaré agradecido con #Dios por salvar a mi hijo, pero en esos momentos mientras pasaba las noches en el hospital en vela con mi hijo, me arrepentí tanto de haberle fallado a su madre, por que en medio toda adversidad que nos da la vida como padres y madres, queremos que nuestros hijos no sufran, absolutamente nada y si algo les pasa, que por lo menos sufran lo menos posible, no queremos que lleguen a la escuela y sufran de burlas, no queremos que lleguen a la adolescencia que se enamoren para que no les rompan el corazón, no queremos que se divorcien nunca, no queremos que corran riesgos en la vida, que pierdan sus empleos; queremos lo mejor para nuestros hijos, si tenemos una #hija, queremos que la traten como a una princesa, por que para nosotros es nuestra princesa, pero cuando somos adultos y estamos haciendo cosas incorrectas, como engañando a nuestra esposa, o nuestra esposa nos engaña no pensamos en las consecuencias que nuestros hijos tendrán que asumir, por culpa de nuestros errores, por el resto de sus vidas, cuando ellos no pidieron nacer en un hogar desintegrado, donde nuestros hijos no pidieron sufrir maltrato de nuestra pareja, su madrastra o su padrastro, ellos no tienen la culpa; es por eso que te animo querido y querida, todos los que leen este pequeño #artículo, antes de tomar la decisión de hacer algo incorrecto, tomemos unos minutos para #pensar, #reflexionar, hasta donde y hasta quienes podría afectar con malas consecuencias, la reacción de mis malas acciones.